En órbita un nuevo satélite Meteosat que suministrará imágenes más nítidas



El MSG-3, décimo satélite de la familia Meteosat y tercero en la segunda generación, ha despegado con éxito junto a un cohete Ariane 5 desde el Puerto Espacial Europeo en Kurú (Guayana Francesa). Su objetivo es suministrar a las agencias metereológicas nacionales imágenes más nitidas de la superficie terrestre.

Este satélite pesa 2.000 kilos, tiene una vida útil de unos siete años y orbitará a 36.000 kilómetros de altitud sobre el ecuador para sustituir paulatinamente a Meteosat-8 -puesto en órbita en 2002-, mientras que convivirá en el espacio con Meteosat-9.

Los satélites MSG han continuado "con éxito" el legado de los satélites meteorológicos operacionales, que comenzó con Meteosat-1 en 1977, según la Agencia Espacial Europea (ESA). Comparados con sus predecesores, generan imágenes de la superficie terrestre mucho más nítidas en un mayor número de bandas espectrales, enviando 20 veces más información al doble de velocidad.

Así, MSG-3 tomará imágenes de alta resolución de Europa, del Atlántico Norte y de África una vez cada 15 minutos, suministrando datos fundamentales para el trabajo de los meteorólogos y de las agencias meteorológicas nacionales, entre ellas la española Aemet.

Además, será capaz de monitorizar el estado de la vegetación e identificar incendios forestales o tormentas de arena gracias a la cámara Seviri, que toma imágenes de la superficie de la Tierra.

Estudiará la luz del Sol reflejada por la superficie de la Tierra y por las nubes, la temperatura de éstas, de la superficie de la Tierra y de los mares, y la radiación emitida por el vapor de agua, el dióxido de carbono y el ozono disuelto en la atmósfera.

Predicciones más precisas
Esta generación de satélites es capaz de monitorizar el tiempo con el detalle y la velocidad necesarias para predecir condiciones meteorológicas adversas con tan sólo unas pocas horas de antelación, según la ESA, que recuerda que esto permite enviar alertas de niebla a los aeropuertos o informar a las autoridades de las nevadas. Sirve asimismo para alertar sobre nuevas erupciones volcánicas.

Los satélites de segunda generación -el cuarto se lanzará en 2015- ya tienen continuidad con la tercera generación. El primer lanzamiento, de un total de seis previstos, ocurrirá en 2018, según fuentes de Thales Alenia Space, que señalaron a Efe que España espera conseguir contratos por valor de 100 millones de euros. Los cuatro satélites de segunda generación costaron unos 800 millones de euros sin lanzamiento y los contratos adjudicados a la industria española sumaron unos 45 millones.