En este experimento usamos una lupa...
y trozos de papel higiénico.
Ponemos la lupa mirando al Sol y hacemos que los rayos que pasan
a través de ella, coincidan en un punto.
Los rayos solares se concentran al pasar por la lente de la lupa
y aumentan su poder calorífico hasta llegar a quemar, por ejemplo, una mano.
Por este motivo es muy importante no romper botellas de vidrio
en el campo ni tampoco dejarlas olvidadas tras una barbacoa
porque puede producirse un incendio.