Para este experimento necesitamos una tabla dividida por la mitad con un perfil de madera.
En un lado colocamos un trozo de césped artificial que simula la vegetación de un suelo.
En el otro lado, colocamos arena de la playa.
Al echar agua con una pequeña regadera, observamos cómo el suelo con vegetación absorbe el agua y no se produce erosión en éste.
Sin embargo, cuando un suelo está yermo, sin vegetación, cuando se vierte sobre él un poco de agua con la regadera, la erosión y el desplazamiento de arena es evidente.