Muchos aparatos y materiales desarrollados para la exploración del Espacio han dado lugar a productos que nos hacen la vida más fácil, cómoda y segura:
- Pañales desechables
- Velcro (telas que se pegan)
- Teléfono móvil
- Mantas doradas de emergencias sanitarias para conservar el calor corporal
- Plásticos de los discos compactos
- Filtros de carbón para depurar el agua
- Ordenadores
- Auriculares
- Baterías
- Detectores de humos
- Corazones artificiales
- Refrescos y líquidos liofilizados (sin agua)
- Teflón (revestimiento de las sartenes)
- Filtros ultravioleta en las gafas de sol
- Camisetas térmicas
- Tejidos ignífugos (que no se queman)
- Zapatillas deportivas
- Termómetro de oído
- El winglet, extremo del ala doblado hacia arriba en los aviones que ahorran combustible
- Gps (satélites artificiales)
- Taladros y otras herramientas pequeñas que funcionan con baterías
Aunque pueden transcurrir entre 5 y 10 años para que una tecnología concebida para su uso en el sector espacial tenga una aplicación diferente, y sea asequible a millones de personas, no cabe la menor duda de que la era espacial repercute positiva y directamente en nuestra vida cotidiana.
